La guía definitiva para Citas bíblicas de esperanza
La guía definitiva para Citas bíblicas de esperanza
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Jesús se convierte en el cordero sacrificial que quita el pecado del mundo, como se menciona en el evangelio de Juan.
La importancia de cada detalle en nuestras vidas igualmente se ve reflejada en cómo nos enfrentamos al sufrimiento y la persecución.
Estas lecciones son relevantes no solo para aquellos que viven en momentos de persecución religiosa, sino también para los creyentes contemporáneos que luchan por sostener sus principios y convicciones en un mundo cada tiempo más hostil.
La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de esta escuela de sufrimiento. Y abre un camino que nos permite releer aquellos tiempos de dolor que estamos llamados a atravesar de vez en cuando.
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Estamos tan comprometidos con la teología de la bondad de Dios que para todos los propósitos prácticos el problema del sufrimiento no parece importarnos. Pero si no es un problema, no requiere Certidumbre. Y sin Seguridad es irrealizable deleitar a Dios. Razón por la cual la experiencia de Job es tan importante. El sufrimiento es real. Y es un problema.
Ciertamente un Dios soberano y bueno no habría permitido esto a menos que Job hubiese pecado gravemente. Pero sabemos que la verdadera historia es en existencia lo contrario. ¿Por qué Job sufre? ¡Por ser especialmente justo
La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de la gran escuela de sufrimiento y abre un camino que nos permite releer nuestro sufrimiento. Una bella advertencia de Luisa Restrepo
En esquema, los textos bíblicos que relatan el sufrimiento de Cristo durante su crucifixión nos muestran el simpatía sacrificial de Jesús y su representación de redimirnos del pecado.
No es que a la pasión de Jesús le falte poco, pero ha dejado un punto para que incorporemos a ella nuestros propios sufrimientos, haciéndolos valiosos y con sentido.
Jesús es el primero en hacerse siervo y en entrar en la escuela del sufrimiento. Asume la condición de siervo y se hace here obediente hasta la muerte.
Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
Pero háganlo con gentileza y respeto, manteniendo la conciencia limpia, para que los que hablan mal de la buena conducta de ustedes en Cristo se avergüencen de sus calumnias.
Por otra parte, no argumenta a la inquietante pregunta de por qué un Dios todopoderoso no interviene y hace algo por toda esa injusticia.